¿Por qué hay niños que se niegan a ir a un campamento de verano?
Cuando llega el verano, la solución que encuentran muchos padres para compaginar la vida laboral y familiar es apuntar a sus hijos a un campamento de verano. Sin embargo, esta decisión en ocasiones puede ser traumática porque muchos pequeños se niegan a ir a un campamento de verano.
En esos casos, los padres deben tratar de convencer a los pequeños de que el campamento no es un castigo ni una forma de deshacerse de ellos, sino una oportunidad para divertirse y conocer nuevos amigos.
¿Por qué hay pequeños que tienen dudas sobre los campamentos de verano?
Muchos niños sienten que no se encuentran cómodos en los campamentos de verano. Los padres, cuando ocurre eso, deben hacerles ver que el campamento es una oportunidad de seguir aprendiendo en verano al tiempo que se divierten y que es una forma de adquirir hábitos saludables para su día a día.
Los niños pueden tener miedo a no hacer amigos, sentirse rechazados, estar tristes y echar de menos a sus padres… Es importante ser positivos y confiar en que estos miedos pueden ser superados y, sobre todo, hacerles ver a los pequeños que en el campamento no van a estar solos, que los monitores trabajan para garantizar su bienestar y felicidad.
Si el pequeño tiene problemas para relacionarse con los demás, un campamento de verano es una buena solución, pero para que todo funcione de manera correcta, los responsables y monitores han de conocer estos miedos, estas situaciones particulares para ayudar a ponerle fin.
Si en la familia hay más de un niño pequeño, una solución para animar al pequeño a visitar un campamento de verano es que vaya acompañado de un hermano o algún amigo cercano. Y otra posible solución para que pierda el miedo al campamento de verano es negociar con él que tras este periodo pasará unos días con los abuelos o en familia.
Las Cabañas del Pintado
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